Quizás el tiempo se acomode y todo encuentre su lugar. La vida sea una mentira y nuestro sueño la verdad. Tal vez sea un dios quien nos derrita y nos funda con lo demás. Y así dejar de ser yo, de ser mí, de ser siempre aquél que es el que es. Y no ser nada. Después de todo somos eso que ya no se puede ver. Podríamos brillar, podríamos tratar de hacerlo bien. Dejar el cuerpo y dejar de sentir y dejar de pensarnos también. Y no ser nada. Y así dejar de ser yo, de ser mí, de ser siempre aquél que es el que es. Y no ser nada |
sábado, 21 de febrero de 2009
DESPUÉS DE TODO SOMOS ESO QUE YA NO SE PUEDE VER
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